¿Y tú qué o qué?

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Podríamos estar aquí todo el día hablando sobre mi, pero no se lo merecen y yo no lo necesito, así solo diré esto: "La historia es la base de todo el entretenimiento, siempre hay que tener una buena historia, de otro modo es solo masturbación"

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Usted practica el Yoloismo?

Comprendemos que vivimos en una época indecente y llena de sorpresas tristes, y que la forma en que vivimos nuestra vida define nuestra generación. Estamos expuestos a cambios muy drásticos cada año que nos exprimen las ganas de alzar la voz y decir "No estoy de acuerdo".

Desde que dejé de ser alguien ordinario (Ya vas a empezar...), he sentido que mi voz y mis acciones son reprimidas, no sé quién o qué es el culpable, pero he tenido este mal sabor de boca que no me permite concentrarme cada que estoy por decir algo. Puede que sea el gobierno el culpable, aunque el pensar de esa manera no me haría diferente a los que he visto morir en la televisión. Puede que sea la sociedad que todos los días se las arregla para dejarme pensando el porqué se comporta de esa manera. O puede que sea yo mismo, si considero que mi conocimiento general es muy bajo y mi necesidad de decir lo que pienso es muy alta.

Me considero afortunado por tener un techo en donde vivir, comida caliente cuando hace frio y medicina si estoy enfermo. También me considero afortunado por tener la posibilidad de decir lo que pienso y que haya personas interesadas.


Vi esto en una página de internet sobre noticias de video juegos, películas  cómics y un sin fin de ñoñerías el otro día:



Me provocó una sonrisa honesta porque entendí la referencia (Si ustedes no la entendieron al rato la entenderán).

Esto también me dio una idea sobre qué hablar el día de hoy: El Yoloismo.

Probablemente seas uno más de los que creen y practican el Yoloismo. O tal vez seas uno de los que están hartos de verlo en internet. O también puedes ser aquellos que lo practican y lo dicen de forma irónica con fines cómicos. Sea cual sea el caso, creo que todos lo entendemos perfectamente y alguna vez lo hemos practicado.

Mucha gente compara el Yolo con el Carpe Diem. Carpe Diem (Aprovecha el momento) es más como una expresión de urgencia a disfrutar el presente, a disfrutar los simples placeres de la vida, los placeres carnales, la belleza, el amor, porque el mañana es incierto y la vida es breve. Pero es eso, Disfrutar la vida.

Hay quienes consideran que hay que vivir el día como si fuera el último, y francamente estoy en desacuerdo. No puedo concebir mi vida sin pensar en el futuro. Siempre estoy pensando en posibles consecuencias de todo lo que hago y cómo voy a lidiar con esas consecuencias. Y es que estas personas no piensan en lo que les traerá el mañana, que es totalmente incierto, no hacen planes a largo plazo porque un accidente, una enfermedad o un hecho de corte similar pueden cambiar por completo su destino.

Yo soy de las personas que piensan que es una irresponsabilidad el dedicarse solo al presente, sin pensar en algún plan para el futuro. Claro, hay a quienes eso les funciona de maravilla y me hacen pensar en que sería de mí si fuera como ellos, seguramente un desastre.

Para mí es más bien un concepto que busca un cambio en la mente, promoviendo una actitud activa en tu mundo de caramelo (-Risas de fondo-). Una mente activa en busca de la verdad, una mente que duda de todo. Hay que saber usar la razón y saber cómo enfrentar de forma anticipada las consecuencias que esta supone.

El Yolo es una especie de Carpe Diem pero distorsionada a la manera gringa.




Veo muy seguido un programa americano que se llama "Saturday Night Live". Este programa critica de forma cómica a la cultura pop y sobre todo a los mismos Norte americanos.

En un episodio, criticaron a KFC por vender un sándwich de pollo en el que el pan fue sustituido por dos gigantes pechugas de pollo. El chiste fue: KFC por 1 dólar más te pueden agregar otra pechuga de pollo en medio de las dos, y que por 5 dolares más te daban una inyección de epinefrina en el corazón.

Esto nos da una idea en lo que se ha convertido los Estados Unidos: consumidores al extremo que solo viven para hoy y que todo lo deben.

Esto último (lo de "Todo lo deben") es una realidad muy evidente. Los hijos terminan pagando las deudas de los padres, piden prestamos para pagar otros prestamos (¿Estoy hablando de los gringos o de los mexicanos?). Todo esto lo podemos ver en programas de televisión americanos. De un tiempo para acá las series de televisión americanas dejaron un poco la fantasía de su forma de vivir. Se han vuelto más reales en cuanto a contar una historia que le pueda pasar a alguien o cuentan la historia de alguien.

Por ejemplo, hay un video juego que se llama "Grand Theft Auto IV" (Sé que no es una serie de televisión, y también sé que ya salió el GTA V, pero síganme la corriente). En este juego nos cuentan la historia de Nico Bellic, un inmigrante que luchó en la guerra de Bosnia. Debido a sus antecedentes no consiguió encontrar trabajo; tiempo después le presentan a un hombre que le ofrece un empleo de tráfico de personas, pero las cosas salen mal y huye a los Estados Unidos para encontrar el sueño americano. Lamentablemente uno no puede escapar de su pasado, y en EU, también se ve envuelto en una red de asesinatos, secuestros y tráfico de drogas.

GTA IV no solo es uno de los mejores juegos de la década pasada, sino que también nos revela la mentira del Sueño Americano.




(SEGUNDA PARTE...)

Mentiras (Tú me enamoraste a base de... ok, no).

Nosotros nos engañamos muy seguido, estamos tan envueltos en múltiples realidades que a veces nos es difícil saber si nuestras reacciones son autenticas o son solo recuerdos que guarda nuestra subconsciente.

¿Hasta qué punto llegaríamos para sentir y experimentar los excesos y el disfrute que vemos todos los días en los medios? La respuesta más inmediata que se me viene a la mente es: Yolo.

"Solo se vive una vez" Algo así como un Carpe Diem pero distorsionado a la "gringo style". Yolo es un acrónimo que representa la celebración del exceso y el disfrutar sentirse millonarios, aún y cuando no lo somos.

No se trata de lo que necesitas, sino de lo que quieres. Cuando un rapero nos ilustra su forma de vivir, ignoramos nuestros límites y simplemente queremos ser como ellos.

Los jóvenes somos los principales campeones del consumo ostentoso. Una cosa lleva a la otra y nunca tenemos suficiente; una vez que tenemos las mismas cosas que el cantante que escuchamos en nuestro Iphone, queremos su forma de vida. Queremos arriesgarnos y experimentar todo porque solo tenemos una vida (Menos Mario) y no deberíamos quedarnos sin antojos.

También se podría decir que el Yolo es una liberación de la persona moderna. Al inicio de este escrito mencionaba que hay veces que siento una represión casi siempre, pero que no sé de donde viene exactamente; llegue a la conclusión de que es probable que provenga de nosotros mismos, de nuestro cerebro manteniendo el bienestar.

Pónganse a pensar: Comemos para no morir de hambre, nos aseamos para nos contraer infecciones, dormimos para tener energía y seguir adelante con una vida monótona.

¿Qué pasaría si una persona no escuchara a esa voz que te dice "no lo hagas", y esta de pronto hiciera algo por impulso? Sería el héroe que se atrevió y todos nosotros lo admiraríamos por eso.

Eso mismo pasa con Yolo, una persona se atreve a hacer algo que rompe la línea de seguridad y el bienestar, y de inmediato todos nosotros quedamos deslumbrados por tal genialidad, que queremos ser como esa persona y convertirnos en Yoloistas renacidos.

Desafortunadamente para nosotros (Y para nuestro seguro médico), la barra del atrevimiento está tan alta hoy en día, que para intentar ser héroe del Yoloismo, tendríamos que hacer algo verdaderamente arriesgado y, a veces, hasta estúpido. Creo que esto tiene que ver con los excesos de los que mencionaba con el ejemplo del sándwich, “si tienes una idea que te parece la mejor del mundo, siempre habrá una forma de llevarla al extremo”.

Si pensamos que lo del Carpe Diem existe desde el 1600, imagínense cuantas veces una idea fue llevada al extremo (considerando, claro, que es el año 1600), y que esa misma idea que se llevó al extremo se elevó a un término al que le llamo ¡SUPER EXTREMO! (Ok, perdón por eso)

Habiendo dicho esto... pienso que a diferencia de los jóvenes de generaciones pasadas que disfrutaban las cosas buenas de la vida de maneras cursis e inocentes justificándolo con su Carpe Diem, los (babosos) jóvenes de hoy distorsionamos todo lo que consumimos (En este caso el Yolo) viviendo vida al máximo, tomando decisiones completamente irracionales por arranques momentáneos.

En lugar de ser el héroe que se atrevió, somos el borracho que se cayó. (Aplausos!)

¡Vámonos!




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